Bailando el Charleston

Bueno, primero comentar que, efectivamente el desayuno era un desayuno en "condiciones", todo lo que alguien de aquí pueda querer, café aguachinado (menos Little Habana) todo el cafe aquí es aguatxirri, donuts, magdalenas, bollos muy dulces, ... ideal para el colesterol, pero que había cosas para zampar.

Después del acopio de energias del desayuno, nos hemos puesto rumbo a toda vela hacia Charleston, una ciudad en la costa de Sur Carolina. El GPS nos marcaba 3 horas y pico (aúpa de nuevo Monkey J) así que hemos cogido el coche con paciencia. El viaje se ha hecho entre plantaciones de algodón y bosques.

Ha sido agradable al principio, pero luego ha llegado un momento que queríamos morir, porque todo el viaje ha sido por "nacional" y entre que entras en un pueblo (por cierto muy chulos) y sales te va la vida en ello. Pero la espera ha valido la pena. Charleston merece la pena bailar un charlestón (valga la "rebuznancia"), un vals o lo que queráis. Es una ciudad encantadora.

Hemos recorrido sólo el casco histórico viendo sus casas coloniales impresionantes. Hemos caminado por el puerto y descansado en un parque a la sombra. A la hora de comer nos hemos decido por un garito que habíamos leído en una web que estaba muy bien. La razón de elegir este, y no cualquiera de los 5000 mil restaurantes, es que habíamos leído que hacían tomates verdes fritos y Monkey N quería comerlos, por el tema del libro y la peli. Hemos encontrado a la primera el sitio y era una casita de esas de madera con dos pisos muy chula. El menú ha sido Tomates Verdes Fritos (no podía ser de otra manera), cocodrulo frito y una ensaladita. La verdad es que estaba todo delicioso.

Con el buche lleno y con ganas de descansar nos hemos ido al puerto a tumbarnos al sol como los cocodrulos. Soplaba un poco la brisa y las vistas eran espectaculares. Ver la bahía, con los barcos pasar y una brisilla que corría ... que más se puede pedir, si además estas con la compañía adecuada. Pues para que esta foto sea sea idílica e inolvidable lo único que falta es música, y he aquí el puntazo del día. Sí había música y en directo. Un señor se ha puesto a tocar con una guitarra acústica y a cantar, y lo hacía que te cagas. Y además no ha tocado Paquito el chocolatero, ha tocado blues, rock, vamos ideal. Más no se pude pedir.

Después de este cuadro, hemos recorrido unas cuantas calles más para terminar de enamorarnos de esta ciudad. Hemos cogido el coche y dirección a Savannah. Si nos hubiésemos quedado más a conocer la noche pero eso esperamos hacerlo mañana en Savannah.

Ahora mismo estamos a unas 20 millas de Savannah y eso es lo mejor porque el hotel que hemos elegido no tiene desperdicio. Lo hemos elegido porque se llamaba Clean Stay USA y pone guaranted, y además tiene desayuno guapo, nevera en la habitación, un montón de comodidades por sólo 30 dolares con las tasas incluidas y todo. Joder!! esto es una ganga además cuando llegamos por fuera no estaba mal.

Pues una vez dentro del hotel y tras su nombre y propaganda de limpio nada de nada. La bañera tenía un matojo de pelos que te cagas, he matado una araña y otra que he visto que tengo que hacerlo pero me da miedo, las sillas con unos reguerones de algo que tampoco lo tengo claro, vamos totalmente Clean. Hoy nos duchamos con chanclas...

Pues nada maj@s nos vemos y hasta la próxima.