Calienta el sol en la Savannah

Ayer el día acabo nefasto en el hotel que elegimos. Monkey N estaba un poco intranquila por el sitio y las tarántulas que nos rodeaban. Además, el desayuno fue a peor. En el anuncio, ya os lo conté, te vendían hasta a su madre. No me voy a entretener mucho, sólo os digo que no tenía ni café y aquí en USA para que no haya café en un sitio algo chungo tiene que pasar. Así que desayunos un poco de zumo chungo de bote y unos donetes medio duros y carretera.

Estábamos muy cerquita de Savannah y para las 9 de la mañana estábamos allí. Nos fuimos directos al Visitor Center, la señora de turno no dio las explicaciones oportunas sobre la ruta para ver y para las 9:30 ya estábamos pateando la ciudad.

Nos a gustado mucho, una ciudad (el casco histórico claro, lo demás ni lo hemos visto) con casitas bajas, no mas de 4 alturas y casi todas de ladrillo rojo, pero no del caravista de ahora, si no de ese ladrillo antiguo macizo muy característico de aquí. Muchas de las casas con enredaderas y repletas de plantas. Pasear es muy agradable porque a las casas hay que sumarle que el casco histórico de Savannah tiene 21 parques repartidos y cada paso que das aparece un parque con sus árboles para dar sombrita y sus bancos frescos, lo mejor.

Pateando la ciudad hemos acabado, como no, en el puerto que es muy guapo. Las casas están muy cerquita del puerto y esta lleno de turistas (como nosotros) dando vueltas y comprando. Mientras andábamos y aquí viene el que creía era el punto del día (pero este no es, seguid leyendo y sabréis porque) nos hemos encontrado en medio del puerto con una convención-fiesta latina un montón de chiringuitos latinoamericanos dando comida típica de sus países y demás cosillas íbamos a comer en un chiringo peruano pero hemos dicho a la vuelta.

Hemos cruzado el canal en un barquito, por cierto muy guapo y además gratis, sin hacer la turistada del barco a vapor, que te crujían $70 por cabeza (te daban de comer pero ni era de vapor ni nada).

Seguimos andando y de nuevo el que creía que iba a ser el punto del día (pero este tampoco, seguid leyendo) nos hemos encontrado con una tienda de cacahuetes. Ya os comentamos que estamos en una zona productora de frutos secos. Bueno pues en la tienda había cacagüetes de todos los sabores, tipos y colores (creo que ha Monkey V le hubiese encantado, porque también había anacardos). Imaginad un sabor y seguro que lo tienen. Tenían con sabor a comida cajun, a wasabi (por cierto que malo estaba), barbacoa, pimienta además de los típicos con miel, con chocolate (de todos los tipos, negro, blanco, con leche). No os podeis imaginar que peazo de tienda sólo para cacahuetes, me diréis que no es punto. Y más punto cuando dos monkeys están probando de todos (por eso no comimos la comida peruana, porque nos llenamos).

Nos hemos ido a dar otro paseo y, tras bajar los cacahuetes, hemos ido aun restaurante de comida sureña que había leido en la guía que tengo que era la ostia pero que estaba siempre petado. ¿Y qué ha pasado cuando hemos ido? (puto Murphy) que estaba lleno. Y como somos así, por no esperar, nos hemos ido con viento fresco a un garito, que también había leído, que daban sandwiches y hamburguesas. Un garito peculiar al que van los lugareños. Hemos comido sin esperar, muy bien y además barato.

Si comparamos Savannah con Charleston, y ya sabemos que las comparaciones son odiosas, pues creo que no tienen mucho que ver. Charleston es algo artificial, me explico, está todo tan bien cuidado y tan limpio que casi no parece real. Sin embargo Savannah es un poco más decadente, quiero decir con esto que es más ciudad, no tanto cuento de hadas.

Para acabar el día nos hemos acercado a la isla de Tybee para ver el faro. Y de nuevo el puto Murphy con sus leyes, hemos llegado y como queríamos subir para ver las vistas desde arriba, ya no se podía porque habían cerrado. Pero, ¿cómo se puede cerrar a las 16:30 con un sol de justicia que hacia? Si es que a veces estos americanos se les va la pinza, con eso que ellos empiezan a cenar a eso de las 17:00, las cosas las cierran super pronto, vamos que no lo entiendo. Y tampoco entiendo porque el Murphy este siempre acierta.

Hemos hecho unas fotos al faro y nos hemos puesto camino hacia Jacksonville. Nos hemos parado a mitad de camino porque Monkey N a visto en la revista de los cupones (vendita resvista y venditos cupones) otra oferta cojonuda de un hotel. Yo ya estaba alucinando, ya pensaba no habrá tenido bastante con lo de ayer??. Era todo cojonudo, os cuento por encima, ponía que daban todas las noches nachos gratis en el lobby, además había todas las noches galletitas de chocolate recién horneadas, zumo todo el día y cafés,... un sin fin de cosas entre estas decía palabra textual "ultra cleaning" y por solo $43.95.

La cuestión es que hemos parado (yo tenía el corazón en puño, en cualquier momento me salta Norman Bates) y cual a sido nuestra sorpresa que todo era cierto incluso lo de las galletitas. Este podría ser el gran puntazo del día, pero no. Cuando hemos llegado y le hemos preguntado con ha dicho que ya no había habitaciones para esa oferta, ña, ña, ña, ñaaaaa. El sueño se desvanece. Y de repente vemos la luz nos dice que nos deja una suite algo más cara, claro, pero sólo $10 más nos miramos y asentimos. Pero de repente Monkey N pregunta por la suite con jacuzzi. Sí, sí tenían de esas. Y aquí el puntazo del día. Nos hemos pillado la habitación con jacuzzi. Monkey N decía que ya no podía pasar otra noche más como las últimas y que necesitaba algo para descansar.

Así que, estamos de relajados después del baño... Y antes de dormir otro bañito más. Ya os contaremos mañana, que el desayuno promete y mucho.