Lo que el viento se llevó

Llevamos unos días que no acertamos con los hoteles, no por lo furria que son, que eso nos da un poco igual (con lo que pagamos que vamos a esperar) si no por los desayunos. Todos, o casi todos, te incluyen el desayuno y solíamos hacer acopio de energías comiendo como leones pero últimamente son una birria. Así que hoy estamos alojados en un Super 8 que según el papel de la oferta es un SuperStart Breakfast, mañana os contamos que tal. De momento el hotel no está mal, salvo por un enorme inconveniente, su wifi no funciona y os estamos escribiendo desde el lobby del hotel conectados a una wifi de un hotel próximo. Vamos que estamos un poco incómodos escribiendo estas lineas.

Al grano, hoy nuestra primera parada ha sido Athens y, como bien ha comentado Alberto (seguidor del blog), es una ciudad universitaria muy chula. Además, para los que os gusta la música, un una ciudad cargada de ella. Aquí empezaron grupos como R.E.M. o B-52, de hecho el guitarrista de R.E.M. vivió en una casilla del Athens.

La parte vieja de la ciudad no es muy grande pero es muy agradable. Casas bajas de ladrillo rojo y en todos los bajos hay garitos, si no son bares, son tiendas curiosas de ropa, joyerías, arte ... Además, la universidad que tiene es digna de ver, unas facultades que flipas. Sí, hemos entrado dentro y además hemos entrado en uno de los edificios, es que tenía que cambiar el agua al canario.

Cuando salíamos de la ciudad con el coche, nos hemos encontrado con las fraternidades de la universidad. Habéis visto las películas donde aparecen esas casonas enormes para las fraternidades, pues multiplicarlo por 10, es increíble, vaya mansiones, así que se meten las fiestas que se meten. Por cierto Alberto, tienes razón nos teníamos que haber quedado una noche para comprobar la fiesta de la ciudad, que tiene que ser la ostia, pero es que era la primera parada de hoy.

De Athens nos hemos ido a un pueblito muy pequeño pero muy pintoresco que se llama Watkinsville. Es un pueblito que rezuma tranquilidad, hemos dado una vueltilla y un rato ya hemos visto todo. Aquí empieza el tour por las casa de coloniales del 1800. Había un par ellas muy chulas, una además era un Bed & Breakfast.

Como el desayuno ha sido nefasto hemos parado a mitad de vuelta por el pueblo a tomar un té helado y como en el café donde hemos entrado había unas tartas con una pinta que te cagas, ha caído un trozo (a medias, que hoy no había pateada). Después de terminar el tour por el pueblo, hemos ido a comer a otro café del pueblito y SORPRESA!!! era un café ambientado en New Orleans y daban comida criolla. Así que ya Mahoma no ha ido a la montaña... Yo he comido Jambalaya un plato típico cajún y Monkey N otra historia rara.

Después de ponernos hasta el kiko, nos hemos ido a otro pueblito que se llama Mádison y no, no es el de la película de Clint Eastwood, o si lo era, no hemos visto ni un puente. Aquí, según hemos llegado, nos hemos tirado en un parque a descansar y que la comida reposara un poco. Tras eso, nos hemos pegado un tour por todo el pueblo siguiendo una ruta donde veíamos casas, y casas y casas y más casas victorianas del 1800, estilo a la de "Lo que el viento se llevó". Muy chulas todas ellas pero tantas al final cansa un huevo. Aquí tenéis una de las casas.

Por le demás, el pueblo encantador, muy tranquilo y pasear por sus calles llenas de viejas historias mola. Y cuando estábamos viendo y disfrutando de las casas, aquí viene el punto del día, un señor que estaba sentado en un banco, nos ha parado y nos ha dicho que si por favor le podíamos hacer una foto y por supuesto no me he podido negar, le hemos hecho una fotillo y poco más, porque la verdad es que hablaba un poco mal, supongo que por la edad. Aquí le tenéis.

Tras ver Madison, nos hemos dirigido a Augusta, parada final del camino de hoy. Teníamos pensado ir a cenar allí, pero nos hemos dado una vuelta en coche por la ciudad y lo que hemos visto no nos ha gustado nada. Una ciudad decadente, sucia, olvidada, ... (seguro que tiene cosas para ver, pero la primera impresión es la que cuenta). Sólo os digo que nos hemos planteado irnos pero al final, por no seguir conduciendo, nos hemos quedado en el Super 8 que estaba en las afueras, como todos los hoteles de este estilo.

Lo único bueno, dice Monkey N, es que el hotel está pegado a un Dunkin Donuts y claro, no se ha podido resistir y ahora mismo estamos comiendo un Donuts con un té helado.

Mañana nos vemos a Charleston y tocamos otro estado más, Carolina del Sur.

Nos vemos, ciao.